Las Islas Canarias es uno de los destinos que, desde tiempos de La Antigua Grecia, era conocido por los múltiples beneficios para aliviar ciertas dolencias y mejorar algunas enfermedades.
- Libera estrés cerca del mar. Está comprobado que la proximidad al mar ayuda a relajarnos y olvidarnos de las preocupaciones, así como los sonidos del mar ayudan a mejorar el descanso, produciendo un aumento de la serotonina, encargada de mantener nuestro buen humor, incluso aliviando enfermedades como la depresión.
- La influencia del mar también favorece la mejora de enfermedades cardiovasculares, como la tensión alta. Gracias a la presión atmosférica y la mayor presencia de oxígeno en el ambiente, la sangre se oxigena más, favoreciendo la regulación de la tensión arterial alta.
- La brisa marina también tiene efectos positivos en nuestro cuerpo. No solo sentir el aire en la piel nos relaja, sino que también descongestiona las vías respiratorias, aliviando enfermedades relacionadas, ya que el sistema respiratorio se purifica.
- Los minerales del agua marina, como el yodo y el magnesio, ayudan a la relajación de los músculos y reducir la carga de las articulaciones, además de calmar los dolores del cuerpo en enfermedades reumáticas. Además, también favorece a regenerar las células de la piel y cicatrizar heridas.
- Caminar por la arena es uno de los mejores ejercicios que realizar en la playa. Mientras vas dando un tranquilo paseo, fortalecerás tus músculos, estimularás las terminaciones nerviosas de los pies y, además, la arena actuará de exfoliante natural.
- Aunque el sol en exceso puede causar quemaduras en nuestra piel, con moderación y una protección adecuada es vital para nuestra salud. La vitamina D que nos aporta es imprescindible para la absorción del calcio y, por lo tanto, necesaria para una correcta formación de los huesos. A esto hay que añadirle que el sol ayuda a producir endorfinas, las hormonas de la felicidad, responsables de crear sensación de bienestar y reducción de la sensación de dolor.
